viernes, 13 de mayo de 2011

Un soneto: "¡Qué perezosos pies, qué entretenidos...!", de Francisco de Quevedo




"¡Qué perezosos pies, qué entretenidos
pasos lleva la muerte por mis daños!
El camino me alargan los engaños,
y en mí se escandalizan los perdidos.

Mis ojos no se dan por entendidos;
y por descaminar mis desengaños,
me disimulan la verdad los años
y les guardan el sueño a los sentidos.

Del vientre a la prisión vine en naciendo;
de la prisión iré al sepulcro amando,
y siempre en el sepulcro estaré ardiendo.

Cuantos plazos la muerte me va dando,
prolijidades son que va creciendo,
porque no acabe de morir penando."

2 comentarios:

  1. Simplemente... ¡Quevedo!

    Saludos,
    Juan Pablo L. Torrillas

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  2. Así es, Juan Pablo: simplemente, el gran Francisco de Quevedo; simplemente, otro soneto legado para nuestro asombro, deleite, regocijo.

    ¡Muchas gracias por seguir el blog! Saludos para ti también.

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