
"Es el más pequeño de todos, el último.
Pero no le digáis nada; dejadle que juegue.
Es más chico que los demás, y es un niño callado.
Al balón apenas si puede darle con su bota pequeña.
Juega un rato y luego pronto le olvidan.
Todos pasan gritando, sofocados, enormes,
y casi nunca le ven. Él golpea una vez,
y después de mucho rato otra vez,
y los otros se afanan, brincan, lucen, vocean.
La masa inmensa de los muchachos, agolpada, rojiza.
Y pálidamente el niño chico los mira
y mete diminuto su pie pequeño,
y al balón no lo toca.
Y se retira. Y los ve. Son jadeantes,
son desprendidos quizá de arriba, de una montaña,
son quizá un montón de roquedos, que llegó ruidosísimo
de allá, de la cumbre.
Y desde el quieto valle, desde el margen del río,
el niño chico no los contempla.
Ve la montaña lejana. Los picachos, el cántico de los vientos.
Y cierra los ojos, y oye
el enorme resonar de sus propios pasos gigantes por las rocas bravías."
(El poema de Vicente Aleixandre "El más pequeño" pertenece a su libro de 1954 "Historia del corazón".)
2 comentarios:
Siempre acertado en tus elecciones, amigo Antonio.
Un abrazo!!
Querido amigo José Luis: muchas gracias por tus palabras, y por seguir esta bitácora tan fielmente como lo haces. Otro fuerte abrazo para ti.
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