miércoles, 28 de septiembre de 2011

Un soneto: "Desmayarse, atreverse, estar furioso...", de Lope de Vega




"Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;

creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe."

lunes, 19 de septiembre de 2011

Un libro ilustrado: "Cuentos de la mala nieve", de Diego Arboleda y Eugenia Ábalos




Ya a finales de 2008 tuve ocasión de elogiar el trabajo conjunto de Diego Arboleda y Eugenia Ábalos, pareja en las artes y en la vida: entonces el escritor madrileño, aunque venido al mundo en Estocolmo, y la ilustradora argentina, nacida en Mendoza, acababan de ganar el Primer Premio, dentro de la Modalidad Infantil, en la XI Edición del Certamen de Cuentos Ilustrados "Diputación de Badajoz", con el precioso trabajo titulado Tic-tac. Buen momento es ahora para recordar que, sólo dos años más tarde de aquel éxito, Diego y Eugenia reverdecieron laureles en tierras de Extremadura, al obtener igualmente el Primer Premio, pero esta vez dentro de la Modalidad de Adultos, en la XIII Edición -la de 2010- del citado concurso pacense. Cuentos de la mala nieve es la nueva joya labrada al alimón por mis queridos amigos, habiendo visto la luz, en el caso de Diego, en plena efervescencia de la serie juvenil Mil millones de tuberías, cuyos dos volúmenes -hasta la fecha- he comentado aquí con muy merecido detalle, y en el caso de Eugenia, en pleno abrazo de su hermoso estilo con ciertos hitos de la literatura clásica.

Desde su mismo y sorprendente título, Cuentos de la mala nieve ha venido a confirmarnos ese gusto por lo insólito que preside la narrativa de Diego Arboleda, acentuándose en estas páginas -habida cuenta del público adulto al que se dirigen- la dimensión oscura de lo inexplicable. "Hay una mala nieve que, cuando cae, nos perturba y nos lleva a hacer cosas que de otra forma no haríamos", se dice muy oportunamente en la contraportada del libro; mala nieve que incluso empuja al crimen, quizá con la turbia esperanza de romper la enervante quietud, ese tiempo blanco y detenido del que cabe esperar cualquier cosa dada su irrealidad flagrante. Y así, estos diez Cuentos de la mala nieve desarrollan una ingeniosa y paradójica negrura, cuya extraordinaria peculiaridad se desborda hasta la estructura misma de la colección, tan extraña como eficaz: idénticas necesidades argumentales propician que la tercera de las historias -"En Navidad se rompió el lago"- presente la mayor longitud y el mayor trabajo estilístico, y que las seis restantes -atención a "Dos dibujos" y "Un testigo"- sean "Copos" que abrochen la primera de las dos secciones de la obra en el final de la obra misma, en un alarde constructivo más que notable.

La labor de Eugenia Ábalos en este rico e inusitado universo descansa en un subrayado sutil, muy medido de la acción, siempre atento a trascender lo obvio para entregar desnuda la emoción inherente a cada historia. Su bien conocida sensibilidad contribuye a hacer de Cuentos de la mala nieve una lectura irrepetible, promisoria, sorprendente. No se la pierdan.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Un poema: "Inscripción en cualquier sepulcro", de Jorge Luis Borges




"No arriesgue el mármol temerario
gárrulas transgresiones al todopoder del olvido,
enumerando con prolijidad
el nombre, la opinión, los acontecimientos, la patria.
Tanto abalorio bien adjudicado está a la tiniebla
y el mármol no hable lo que callan los hombres.
Lo esencial de la vida fenecida
-la trémula esperanza,
el milagro implacable del dolor y el asombro del goce-
siempre perdurará.
Ciegamente reclama duración el alma arbitraria
cuando la tiene asegurada en vidas ajenas,
cuando tú mismo eres el espejo y la réplica
de quienes no alcanzaron tu tiempo
y otros serán (y son) tu inmortalidad en la tierra."


"Inscripción en cualquier sepulcro" es uno de los textos inolvidables que figuran en el poemario de 1923 Fervor de Buenos Aires, primer libro que vio publicado el gran escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986), de quien en este 2011 se conmemora el 25º aniversario de su fallecimiento.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Una curiosidad musical - Richard Strauss: "Las Diez Reglas de Oro para el álbum del joven director"



Escritas en 1925 por el gran Richard Strauss, después de que un treintañero Hans Knappertbusch interpretase en Munich su ópera Intermezzo, estas divertidas -incluso hilarantes en alguno de sus puntos- Diez Reglas de Oro para el álbum del joven director resultan un perfecto ejemplo de ironía no exenta de enseñanza. No debe olvidarse que Richard Strauss (1864-1949), uno de los mejores compositores de todos los tiempos, fue asimismo un magnífico director de orquesta, al igual que su coetáneo Gustav Mahler. He aquí el insólito decálogo:


"1. Recuerde que no está haciendo música para su propio placer, sino para el de quienes le escuchan.

2. No debe sudar mientras dirige. Sólo el público debe sentir calor.

3. Dirija Salomé y Electra como si fueran obras de Mendelssohn: música de hadas.

4. Nunca mire animando a los metales; una rápida mirada para dar una entrada importante le bastará.

5. En cambio, vigile constantemente a las trompas y a las maderas. Si puede oírlas, es que están tocando demasiado alto.

6. Cuando crea que los metales no tocan lo suficientemente fuerte, haga que toquen dos veces más piano.

7. Cuando conozca un texto de memoria, recuerde que no es suficiente con que pueda usted oír cada una de las palabras pronunciadas por los cantantes. No olvide que la audiencia debe poder seguir el texto sin esfuerzo; si no lo consigue, se dormirá.

8. Acompañe a los cantantes de forma que puedan cantar siempre sin esfuerzo.

9. Cuando crea haber alcanzado el máximo prestissimo, marque el tempo dos veces más deprisa.

10. Si sigue estas reglas cuidadosamente, con sus magníficas dotes y su gran capacidad, será el director favorito de los que le escuchen."