Soy de la rebeldía oscura,
soledad indomable,
pero no de las sombras.
Yo me siento vosotros
en la fiebre serena del nosotros,
en los nudos del agua
que llegan a soltarse al viento claro
y dan frescura.
Pues venimos del día
en que el dolor nos dijo su leyenda.
Sean nuestras raíces,
por la tierra valiente trabajando;
sea la juventud amada
el único consuelo del destino.