bajo cielos altísimos colocados azules
sin tormenta, y tanto era el sosiego
que arriba un dedo suyo
tocaba firmemente todo abajo también,
muy cercanos azules para cielos tan lejos.
Pero pronto encontró el orden inicuo,
cimientos sobre arcilla,
y salió a los caminos estelares
donde habita la nada,
donde al caos con talento se le vence
y no con subterfugios formularios.
Se ordenó don Cristóbal caballero
para darnos justicia
o el sonido sin nudos del origen,
qué limpísimo barro.
Quijote de la música española,
el loco cuerdo:
nunca tan necesario un hombre, ya seguido.

(Foto: Retrato del compositor español Cristóbal Halffter.)
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