lunes, 19 de agosto de 2013

Un poema: "Sobre el abismo...", de Reynaldo Lacámara ("Esta delgada luz de tierra")



"Sobre el abismo,
en el largo país de la memoria
marcha interminable
el lento velero de las esperanzas.
Un balandro de luz
surca un océano de recuerdos.
Soledades en sombra,
por no verte
ojo sin lágrima.
Tribus sin paz,
oasis perdido."


Esta bitácora digital, en el presente año 2013, ya se hizo eco del conciso y vibrante poemario de 1999 Lota sobre la tierra, debido al escritor Reynaldo Lacámara (Santiago de Chile, 1956). Tras ello, resultaba de todo punto imprescindible acercarse a la obra con la que autor tan sobresaliente -destacada voz en el actual panorama literario chileno, y que bien puede ser adscrito a la generación poética de los 80 en su país- marcó un hito de madurez creadora y profundidad expresiva: Esta delgada luz de tierra, poemario de 2007 publicado por Pequeño Dios Editores, y al que pertenece el texto anteriormente recordado, "Sobre el abismo...".

Dedicado, in memoriam, al poeta asesinado por la barbarie pinochetista Jorge Yáñez Olave, cuyas huellas "se perdieron en la arena de Constitución cuando caminaba rodeado de fusiles", Esta delgada luz de tierra acierta a elevar un hermoso canto que transforma el sentido patético de la elegía en una sucesión de secuencias dominadas por muy sutiles emociones, donde reflexión y lirismo van construyendo un moderno discurso fértilmente inclinado a la revelación poética: "También las cenizas tienen su cuerpo, / signo de la sola memoria". Al final la "delgada luz de tierra", que es el mismo Chile y el símbolo de la corta vida amenazada, cristaliza en la conciencia del hecho literario como salvación y última forma de sabiduría: "Hay una delgada luz de tierra / que alumbra el nacimiento de un poema / (...) como una estrella / que vive más allá de su tiempo".


Reynaldo Lacámara

lunes, 5 de agosto de 2013

Centenario de Albert Camus: Fragmentos de su discurso de aceptación del Premio Nobel

Albert Camus


"(...) Personalmente, no puedo vivir sin mi arte. Pero jamás he puesto ese arte por encima de cualquier cosa. Por el contrario, si me es necesario es porque no me separa de nadie, y me permite vivir, tal como soy, a la par de todos. A mi ver, el arte no es una diversión solitaria. Es un medio de emocionar al mayor número de hombres, ofreciéndoles una imagen privilegiada de dolores y alegrías comunes. Obliga, pues, al artista a no aislarse; le somete a la verdad, a la más humilde y más universal. Y aquellos que muchas veces han elegido su destino de artistas porque se sentían distintos, aprenden pronto que no podrán nutrir su arte ni su diferencia más que confesando su semejanza con todos.

El artista se forja en ese perpetuo ir y venir de sí mismo hacia los demás, equidistante entre la belleza, sin la cual no puede vivir, y la comunidad, de la cual no puede desprenderse. Por eso, los verdaderos artistas no desdeñan nada; se obligan a comprender en vez de juzgar. Y si han de tomar partido en este mundo, sólo puede ser por una sociedad en la que, según la gran frase de Nietzsche, no ha de reinar el juez sino el creador, sea trabajador o intelectual.
(...) Nadie es lo bastante grande para semejante vocación. Sin embargo, en todas las circunstancias de su vida, obscuro o provisionalmente célebre, aherrojado por la tiranía o libre para poder expresarse, el escritor puede encontrar el sentimiento de una comunidad viva, que le justificará sólo a condición de que acepte, tanto como pueda, las dos tareas que constituyen la grandeza de su oficio: el servicio a la verdad, y el servicio a la libertad. Y puesto que su vocación consiste en reunir al mayor número posible de hombres, no puede acomodarse a la mentira ni a la servidumbre porque, donde reinan, crece el aislamiento. Cualesquiera que sean nuestras flaquezas personales, la nobleza de nuestro oficio arraigará siempre en dos imperativos difíciles de mantener: la negativa a mentir respecto de lo que se sabe y la resistencia ante la opresión.


(...) Al mismo tiempo, después de expresar la nobleza del oficio de escribir, querría yo situar al escritor en su verdadero lugar, sin otros títulos que los que comparte con sus compañeros de lucha, vulnerable pero tenaz, injusto pero apasionado de justicia, realizando su obra sin vergüenza ni orgullo, a la vista de todos; atento siempre al dolor y a la belleza; consagrado, en fin, a sacar de su ser complejo las creaciones que intenta levantar, obstinadamente, entre el movimiento destructor de la historia.
¿Quién, después de eso, podrá esperar que él presente soluciones ya hechas, y bellas lecciones de moral? La verdad es misteriosa, huidiza, y siempre hay que tratar de conquistarla. La libertad es peligrosa, tan dura de vivir como exaltante. Debemos avanzar hacia esos dos fines, penosa pero resueltamente, descontando por anticipado nuestros desfallecimientos a lo largo de tan dilatado camino. ¿Qué escritor osaría, en conciencia, proclamarse orgulloso apóstol de virtud? En cuanto a mí, necesito decir una vez más que no soy nada de eso. Jamás he podido renunciar a la luz, a la dicha de ser, a la vida libre en que he crecido. Pero aunque esa nostalgia explique muchos de mis errores y de mis faltas, indudablemente ella me ha ayudado a comprender mejor mi oficio y también a mantenerme, decididamente, al lado de todos esos hombres silenciosos, que no soportan en el mundo la vida que les toca vivir más que por el recuerdo de breves y libres momentos de felicidad, y por la esperanza de volverlos a vivir.
Reducido así a lo que realmente soy, a mis verdaderos límites, a mis dudas y también a mi difícil fe, me siento más libre para destacar, al concluir, la magnitud y generosidad de la distinción que acabáis de hacerme. Más libre también para decir que quisiera recibirla como homenaje rendido a todos los que, participando del mismo combate, no han recibido privilegio alguno y sí, en cambio, han conocido desgracias y persecuciones. Sólo me  falta dar las gracias, desde el fondo de mi corazón, y hacer públicamente, en señal personal de gratitud, la misma y vieja promesa de fidelidad que cada verdadero artista se hace a si mismo, silenciosamente, todos los días."

Fragmentos del memorable discurso de Albert Camus (1913-1960) pronunciado en Estocolmo, Suecia, el 10 de diciembre de 1957, con motivo de la aceptación del Premio Nobel de Literatura que le fuese concedido.


Albert Camus recibiendo el Premio Nobel de Literatura

martes, 23 de julio de 2013

Un poema: "La ciudad y el invitado", de Jesús Díaz ("Quizá en otro mundo")



"Siempre la misma calle,
la misma casa, la misma estatua...,
todos abren los ojos al invitado.
Todos esperan que no se canse
de tanta rutina ciudadana.
Las bocas mueven los labios
y sus palabras inundan el asfalto.
Los coches añaden la música
mágica e irreverente
de carnaval diabólico.
El coro trágico asume el peligro
que acecha al invitado del más allá.
La ciudad camina despacio
pero las luces se apagan y encienden
demasiadas veces.
El invitado mira todo,
como es su deber,
y asiente.
Ahora salgamos del cuadro.
El artista ha pintado
una despedida donde no estamos tú y yo.
El invitado sonríe satisfecho."


Este poema, "La ciudad y el invitado", forma parte de Quizá en otro mundo (Ediciones Endymion, Colección Poesía, nº 310, Madrid, 2010), cuarto de los libros debidos al escritor y periodista Jesús Díaz Hernández (Madrid, 1954). Con sobriedad y lucidez notabilísimas, Quizá en otro mundo acierta a forjar una alianza entre la mirada subjetiva del poeta y su preocupación social, e incluso su compromiso cívico ("cuando se suplica el porvenir / se espanta la solidaridad", leemos en el poema titulado "Trabajo"), del mismo modo que cierta vena de angustia existencial no excluye la episódica celebración de la hermosura.

Si la primera sección del libro, "Llanto", está escrita en verso libre, la segunda y última, "Púrpura", se encuentra conformada por ochenta magníficos poemas en prosa -género en el que el autor demuestra una particular maestría-. En consonancia con lo dicho al final del anterior párrafo, no me resisto a citar igualmente aquí el décimo de dichos textos, dueño de una incandescente brevedad:


X

"Viene la belleza alumbrada por una vela de espuma surgida del mar. Trae el ámbar de nuestros antepasados más remotos que, en un éxtasis luminoso, perecen en un continuo renacer. Florezcamos ante la envidia divina."


Jesús Díaz

jueves, 11 de julio de 2013

Un poema: "Palencia", de Márcio Catunda ("Paisajes y leyendas de España")


Vista panorámica de Palencia


"Palencia se me antoja un jardín románico.
Me quedé enajenado,
observando las hojas dispersas
de los espacios verdes,
enhilando siglos de piedras.
Palencia la de los escudos auriculares,
que la magia de la tarde cubre de limpios azules.
Más allá de la iglesia de Santa Marina,
adosada al Convento de la Piedad,
el sereno Carrión refleja las nubes.
Me extasío con la clarividencia de la naturaleza.
Vuelvo al urbano pavimento de la Seo,
erigida en el solar de la basílica visigoda.
Su torre campanario plantada
en reposo de austero encanto.
Su cripta de piedras romanas superpuestas,
dentro del túnel custodiado por San Antolín,
legendario mártir que renegó del arrianismo.
Sus ventanales de ojiva.
Allende el semblante ornamental de sus portadas,
en el cielo una corona de pájaros gira.
Viajo en el tren con la memoria fija
en los rincones soleados.
Desde la azotea de la imaginación,
recuerdo el silencio metafísico de las visiones."


Pocos poemas habrán cantado tan directamente a la ciudad castellana de Palencia, con su hermosura sobria y conmovedora, como el reproducido líneas arriba; obra del entrañable escritor y diplomático brasileño Márcio Catunda (Fortaleza, 1957), actualmente Consejero de Prensa en la Embajada de Brasil, en Madrid.

"Palencia" se halla recogido en el volumen Paisajes y leyendas de España, que, junto con Días insólitos (ambos bajo el sello de Editorial Manuscritos), es uno de los dos poemarios que, hasta el momento, el autor ha visto publicados en nuestro país en lo que llevamos de 2013. Con ellos, Márcio Catunda, tan inspirado y culto como prolífico y generoso, ha seguido la senda que ya en 2011 había abierto otro interesantísimo par de libros: Luz sobre la historia y Autobiografía en Madrid.


Márcio Catunda

lunes, 1 de julio de 2013

Vuelo en la noche - II



Negro, negro, negro
el aire
y rápido hasta el cerebro de las nubes,
nubes sin caricia,
qué vedado lo suave en esta altura.
Todo es germen.
Todo es lampiño pensamiento,
misterioso correr en pos de formas,
de colores,
de esa pasión por la minucia
que libre al hueso lleva
y construye las manos,
cómo la vida está en las manos,
cómo las nubes piden ramas
y el verde de la carne que las cubren.
Pero todo se busca,
se indaga, se proyecta todavía
en la más absoluta oscuridad.
Y yo cruzando cual dios que al mundo nombra
sólo con el lenguaje de la tierra.

Escrito en Temuco, La Araucanía, Chile, en el mes de abril de 2007.

OBRAS DE ANTONIO DAGANZO:

SIENDO EN TI AIRE Y OSCURO Editorial Slovento, Colección Poesía; Madrid, 2004. Prólogo de Bernardino M. Hernando. Ilustraciones de Eugenia Ábalos y Jorge Canto. QUE EN LIMPIDEZ SE ENCUENTRE Ediciones Vitruvio, Colección "Baños del Carmen", n°117; Madrid, 2007. MIENTRAS VIVA EL DOLIENTE Ediciones Vitruvio, Colección "Baños del Carmen", nº 217; Madrid, 2010; 2ª edición, 2014; 3° edición, 2015. En Ecuador: El Quirófano Ediciones, Guayaquil, 2014. Libro recomendado por la Asociación de Editores de Poesía (España). Finalista del Premio de la Asociación de Editores de Poesía 2010. LLAMARSE POR ENCIMA DE LA NOCHE RIL Editores, Colección Poesía; Santiago de Chile, 2012. Texto de contraportada de Guido Eytel. Con el patrocinio de la Facultad de Ingeniería, Ciencias y Administración de la Universidad de la Frontera, Temuco (Chile). Mención de Honor "Luis de Góngora y Argote" de Poesía, concedida por el Instituto de Estudios de Literatura Contemporánea (España). CLÁSICOS A CONTRATIEMPO (La música clásica en la era "pop-rock") Ensayo divulgativo sobre música culta. Ediciones Vitruvio, Madrid, 2014. Ilustraciones de Eugenia Ábalos. JUVENTUD TODAVÍA Ediciones Vitruvio, Colección "Baños del Carmen", n° 527; Madrid, 2015. Premio de la Crítica de Madrid - 2015. Premio "Sarmiento" de Poesía (Valladolid, 2017). CARRIÓN Ediciones Vitruvio, Colección de narrativa "De Jaque Libros", nº 4; Madrid, 2017; 2ª edición, 2018. Premio de Narrativa "Miguel Delibes" de Valladolid - 2018. LOS CORAZONES RECIOS Ediciones Vitruvio, Colección "Baños del Carmen", nº 752; Madrid, 2019. Lectura recomendada por la revista "Turia". LA SANGRE MÚSICA RIL Editores, Colección AEREA / Carménère; Barcelona - Santiago de Chile, 2021. Lectura recomendada por la revista "Turia". PASOS DE CENTINELA (VIGILIA Y ALBA ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE) Ediciones Ruinas Circulares, Colección "Iluminaciones"; Buenos Aires, Argentina, 2021. EL VIENTO QUE PRESAGIO (VEINTE POEMAS JUVENILES) Colección Búho Búcaro Poesía, Plaquette Poesía nº 34; Madrid, 2022. ES UN FRACASO EL MUNDO (NOUVELLE A TRES VOCES Y MÁS) Ediciones Ruinas Circulares, Colección "Octaedro"; Buenos Aires, Argentina, 2022. MÚSICA, DELICIAS DEL ASOMBRO (De Palestrina a Augusta Holmès: 100 curiosidades del repertorio clásico internacional) Ensayo divulgativo sobre música culta. Ondina Ediciones, Colección "Teknós"; Madrid, 2023. EL MURCIÉLAGO ENTRE FUEGOS DE ARTIFICIO RIL Editores, Colección AEREA/Carménère; Barcelona - Santiago de Chile, 2024.