miércoles, 24 de octubre de 2012

"Llamarse por encima de la noche": Presentación de Rafael Soler en el Café Comercial de Madrid

El pasado 18 de octubre tuvo lugar la primera lectura en España del cuarto de mis poemarios, Llamarse por encima de la noche (Ril Editores, Santiago de Chile, 2012); concretamente en el emblemático y muy literario Café Comercial de Madrid, donde estuve amplia y bellamente acompañado por amigos y colegas, y donde también tuve la suerte y el honor de contar con las palabras introductorias de dos extraordinarios poetas: Pablo Méndez -mi editor así mismo en España- y Rafael Soler, quien realizó la presentación propiamente dicha del libro.




A continuación, reproduzco las palabras con las que mi querido y admirado amigo Rafael Soler presentó "Llamarse por encima de la noche"; un fabuloso texto por el que vuelvo a darle las gracias públicamente:


"LLAMARSE POR ENCIMA DE LA NOCHE": PRESENTACIÓN DE RAFAEL SOLER

"¿Cuándo se escribe un poema? ¿Al tropezar en una tarde de lluvia con aquel primer error imperdonable? ¿Al volver, y van tres veces, a la cola del paro, en tu mochila un título de máster, dos idiomas y un futuro color cieno, que es color triste de la desesperanza? ¿Al perder a tu mujer prohibida? ¿Al cruzar una frontera? Y, sobre todo, ¿quién escribe cuando escribe el poeta? ¿El perdedor que fue? ¿El ganador que nunca será?

Llamarse por encima de la noche, el libro que hoy presentamos, ha sido escrito por Antonio Daganzo. Antes, tras la publicación en 2.004 de Siendo en ti aire y oscuro,  y en consentido arrebato de torrencial escritura, que se prolongó por algunas semanas dejando al poeta exhausto y satisfecho, Antonio Daganzo escribió Que en limpidez se encuentre, sugerente título que vería la luz en la colección Baños del Carmen, de Ediciones Vitruvio, a cuyo sagaz editor Pablo Méndez, que hoy nos acompaña, tanto deben muchos jóvenes poetas, y muchos poetas no tan jóvenes, justo es aquí reconocerlo. El libro anticipaba ya una nueva voz; años más tarde, enfermo incurable de vida –que es una enfermedad luminosa y mortal–, Daganzo regresó a la letra impresa en la misma editorial con Mientras viva el doliente, texto del que ya habló y bien nuestro común Paco Caro con motivo de su presentación en Madrid.

En la solapa del libro se nos dice que es poeta, escritor, periodista especialmente vinculado a la comunicación cultural y comentarista musical. Yo añado su condición de hombre de bien, esforzado militante de la Palabra, discreto tertuliano allí donde sea convocado por colegas y afines, y enamorado compañero cosido a pespunte de Carolina Paz Barreira, una mujer cóndor que da luz a su vida. Viene después una sobria enumeración de sus méritos de guerra y publicaciones, que permiten al lector ubicarle en esa franja que habitan los poetas con vocación y con futuro. En la cuarta de cubierta, un anticipo del contenido firmado por Guido Eytel, que hace justicia a sus veinte poemas y el exhorto inicial, donde se enfatiza su “manejo certero del lenguaje, la cuidada construcción de los poemas”, y el hecho singular de haber sido publicado en Chile.

Como aviso a navegantes, encabeza Antonio Daganzo su libro con estos versos del poeta chileno Jorge Teillier: Pero mis días serán nubes / para viajar por la primavera de tu cielo, pues ante un intenso viaje nos enfrentamos al leer el contenido de sus páginas. Un viaje en este caso transoceánico, con cuanto tienen todos los viajes de destino anhelado y siempre pospuesto, de arribada a territorios nuevos donde imperan la ilusión y, por qué no decirlo, el vértigo bien llevado. Viajar es crecer, porque vuelves mejor. Un viaje en este caso con un intenso for freude, que traducido viene a ser algo así como la alegría de la víspera, cuando, con las maletas hechas y todo por venir ocupas tu butaca en el avión paladeando anticipadamente cuanto espera cerca y lejos: la mujer nacida de una ensoñación, piel a la espera, boca del poeta desgranando versos al acecho.

Los viajes transoceánicos tienen su encanto: haces efímeros amigos, evitas el malhumor que siempre producen los atascos y puedes encontrar la silente voz de tu interior, que como todos sabemos habla poco y cuando lo hace es para proferir una sentencia. Y aquí tenemos de vuelta al poeta, tras sus fructíferas andanzas recitadoras por Santiago y Temuco, recuperado del jet lag y sin soroche, ese mal no siempre pasajero que provocan la alturas, y que puede instalarse como una garrapata cuando el éxito es fácil y los elogios excesivos, haciendo del escritor un patético pelma vanidoso.

Pero vamos, y abrevio, a lo sustantivo: tres exhortaciones (exhortación: procedimiento que consiste en excitar determinados sentimientos por medio de la palabra), un capítulo titulado, como no podía ser de otra manera, Vuelo en la noche, otro bien surtido de sonetos –disciplina muy querida por el vate– con el nombre de Vino navegado, y un corto poema final, Labor de plenilunio, para que el lector reciba la exacta dosis de imágenes, sugerencias, hallazgos y verdades.

Cabe en la noche un corazón completamente libre, afirma Antonio Daganzo invitándonos a transitar la suya, una noche donde todo es posible y todo acecha, mecido por el sordo rumor de los motores del avión que le lleva donde siempre quiso estar, junto a la amada.

Te mereces tu don:
no te improvises,
no permitas que tu inventiva sea
un huero relámpago
…….
Celebra la fortuna
de llegar a enmudecer para ti mismo
y vivir mientras.

El don de vivir, el don de escuchar, el regalo de amar, la imperiosa exigencia de no posponer cuanto te acerque a tu verdad. Así debe ser, pues todo concluye siempre antes de tiempo, con las cuentas por saldar; y si la vida es urgente, desentrañar un significado último es noble empeño inalcanzable.



Imagino a mi amigo Antonio sobrevolando el Atlántico en butaca de pasillo, sin cenar y pluma en vano y mano, a la caza de los versos por llegar, alerta y parlanchín el corazón. ¿Cuándo se escribe un poema? ¿En el sangrado que causan las separaciones necesarias y no deseadas? ¿Al escupir tu impresora la tarjeta de embarque? ¿Al poner en modo avión tu teléfono, que también cambiará de piel para ser un celular cuando aterrices? Los poemas del capítulo Vuelo en la noche, al igual que ocurre con sus hermanos de este libro, ya estaban escritos antes de que Antonio los atrapara con su cincel de tinta.

Poemas verdad, verdades que merecen un poema. Premio a su limpio empeño por dar lo mejor, recibe Antonio de esa dama caprichosa llamada inspiración el regalo de estos versos finales, a vuelo alzado:

                 Pues me he llamado por encima de la noche
                 ya  digo cordillera
                 y ahora te nombro palabra del futuro. 

Encontrará el lector en este libro doce poemas cortos con el título genérico de Enseñanzas, un alarde bien llevado de talento. Y para muestra un botón, el que abrocha la Enseñanza número nueve: Quizá para creer no haga falta tocar. / Pero no cabe engañarse: / tocar es creer.

Y llegamos al recio y saludable Vino navegado, de cuyas virtudes y propiedades nos ilustra Carolina en un pulquérrimo texto que no voy a desvelar. Según la editora y crítica Jessica Attal, se trata de la parte “más lírica, la más apasionada, la más exuberante, donde la mujer, la amada, tiene esas proporciones voluptuosas e infinitas para que el poeta se interne y llegue acaso a embriagarse y a perderse con la pícara esperanza de no salir nunca más de allí”. Añadiré que el bien llamado vino navegao es un caldo de celebración, un exceso andino para cuya ingesta nos ofrece Antonio un largo poema navegable, frutal, con meandros que nos llevan sin pedirlo a la única verdad: la vida; nuestra compartida y azacaneada vida debería ser, pese a todo, una fiesta presidida por la pasión y la luz.

Termino, que ya toca. Diez son los divinos mandamientos para todos los mortales, y dos más los que deberá cumplir cualquier poeta que se precie: escribirás en un temblor, y no publicarás en vano. Preceptos no fáciles de atender en estos aturullados tiempos donde prima lo urgente y el ruido es mucho. Damos la bienvenida a este libro que no llega en vano de tan lejos, con mi felicitación al autor por su exquisita fidelidad a la Palabra.

Ése es el camino, y ése, querido amigo, es nuestro permanente desafío."


(Fotos tomadas durante la presentación madrileña de Llamarse por encima de la noche, el pasado 18 de octubre de 2012, en el Café Comercial.)

1 comentario:

Jesús Arroyo dijo...

Cuanta poesía en esa mesa...
Afortunadamente pude quedarme a escucharte. Un gustazo, tanto la presentación de Rafa como tu libro.
FELICIDADES.

OBRAS DE ANTONIO DAGANZO:

SIENDO EN TI AIRE Y OSCURO Editorial Slovento, Colección Poesía; Madrid, 2004. Prólogo de Bernardino M. Hernando. Ilustraciones de Eugenia Ábalos y Jorge Canto. QUE EN LIMPIDEZ SE ENCUENTRE Ediciones Vitruvio, Colección "Baños del Carmen", n°117; Madrid, 2007. MIENTRAS VIVA EL DOLIENTE Ediciones Vitruvio, Colección "Baños del Carmen", nº 217; Madrid, 2010; 2ª edición, 2014; 3° edición, 2015. En Ecuador: El Quirófano Ediciones, Guayaquil, 2014. Libro recomendado por la Asociación de Editores de Poesía (España). Finalista del Premio de la Asociación de Editores de Poesía 2010. LLAMARSE POR ENCIMA DE LA NOCHE RIL Editores, Colección Poesía; Santiago de Chile, 2012. Texto de contraportada de Guido Eytel. Con el patrocinio de la Facultad de Ingeniería, Ciencias y Administración de la Universidad de la Frontera, Temuco (Chile). Mención de Honor "Luis de Góngora y Argote" de Poesía, concedida por el Instituto de Estudios de Literatura Contemporánea (España). CLÁSICOS A CONTRATIEMPO (La música clásica en la era "pop-rock") Ensayo divulgativo sobre música culta. Ediciones Vitruvio, Madrid, 2014. Ilustraciones de Eugenia Ábalos. JUVENTUD TODAVÍA Ediciones Vitruvio, Colección "Baños del Carmen", n° 527; Madrid, 2015. Premio de la Crítica de Madrid - 2015. Premio "Sarmiento" de Poesía (Valladolid, 2017). CARRIÓN Ediciones Vitruvio, Colección de narrativa "De Jaque Libros", nº 4; Madrid, 2017; 2ª edición, 2018. Premio de Narrativa "Miguel Delibes" de Valladolid - 2018. LOS CORAZONES RECIOS Ediciones Vitruvio, Colección "Baños del Carmen", nº 752; Madrid, 2019. Lectura recomendada por la revista "Turia". LA SANGRE MÚSICA RIL Editores, Colección AEREA / Carménère; Barcelona - Santiago de Chile, 2021. Lectura recomendada por la revista "Turia". PASOS DE CENTINELA (VIGILIA Y ALBA ENTRE ORIENTE Y OCCIDENTE) Ediciones Ruinas Circulares, Colección "Iluminaciones"; Buenos Aires, Argentina, 2021. EL VIENTO QUE PRESAGIO (VEINTE POEMAS JUVENILES) Colección Búho Búcaro Poesía, Plaquette Poesía nº 34; Madrid, 2022. ES UN FRACASO EL MUNDO (NOUVELLE A TRES VOCES Y MÁS) Ediciones Ruinas Circulares, Colección "Octaedro"; Buenos Aires, Argentina, 2022. MÚSICA, DELICIAS DEL ASOMBRO (De Palestrina a Augusta Holmès: 100 curiosidades del repertorio clásico internacional) Ensayo divulgativo sobre música culta. Ondina Ediciones, Colección "Teknós"; Madrid, 2023. EL MURCIÉLAGO ENTRE FUEGOS DE ARTIFICIO RIL Editores, Colección AEREA/Carménère; Barcelona - Santiago de Chile, 2024.