"Sobre el abismo,
en el largo país de la memoria
marcha interminable
el lento velero de las esperanzas.
Un balandro de luz
surca un océano de recuerdos.
Soledades en sombra,
por no verte
ojo sin lágrima.
Tribus sin paz,
oasis perdido."
Esta bitácora digital, en el presente año 2013, ya se hizo eco del conciso y vibrante poemario de 1999 Lota sobre la tierra, debido al escritor Reynaldo Lacámara (Santiago de Chile, 1956). Tras ello, resultaba de todo punto imprescindible acercarse a la obra con la que autor tan sobresaliente -destacada voz en el actual panorama literario chileno, y que bien puede ser adscrito a la generación poética de los 80 en su país- marcó un hito de madurez creadora y profundidad expresiva: Esta delgada luz de tierra, poemario de 2007 publicado por Pequeño Dios Editores, y al que pertenece el texto anteriormente recordado, "Sobre el abismo...".
Dedicado, in memoriam, al poeta asesinado por la barbarie pinochetista Jorge Yáñez Olave, cuyas huellas "se perdieron en la arena de Constitución cuando caminaba rodeado de fusiles", Esta delgada luz de tierra acierta a elevar un hermoso canto que transforma el sentido patético de la elegía en una sucesión de secuencias dominadas por muy sutiles emociones, donde reflexión y lirismo van construyendo un moderno discurso fértilmente inclinado a la revelación poética: "También las cenizas tienen su cuerpo, / signo de la sola memoria". Al final la "delgada luz de tierra", que es el mismo Chile y el símbolo de la corta vida amenazada, cristaliza en la conciencia del hecho literario como salvación y última forma de sabiduría: "Hay una delgada luz de tierra / que alumbra el nacimiento de un poema / (...) como una estrella / que vive más allá de su tiempo".
Reynaldo Lacámara |
2 comentarios:
Gracias, Antonio, por acercarme " Esta delgada luz de tierra", desde aquí y con la emoción de esta entrada intentaré, en la medida de lo posible, encender todas las luces a mi paso por quien ha perdido la luz y la palabra.
Bellísimo poema, Gracias.
Muchas gracias a ti, Inuk. El libro todo de Reynaldo constituye una emocionante lectura. Su medida intensidad está muy bien concebida y lograda.
¡Un saludo muy cordial!
Publicar un comentario