
"Cuando alguien se retira
se inviste de atardecer,
y entre latidos se borra
por su misma tristeza besado.
Mira, y sólo ve la emanación de lo que deja.
Oye, y en cada palabra
hay una habitación vacía.
No piensa, vive en transparencia
de lágrima en todo.
Sin nombre ni aposento
habitará extranjero
hasta su propio dolor.
Algún día llegará a un lugar
y creerá que nunca se ha ido."
Tras ver la luz su poesía reunida en 2002 bajo el título de una de sus obras imprescindibles, La rosa inclinada, el escritor y periodista Javier Lostalé (Madrid, 1942) acaba de sumar una extraordinaria entrega a su opera omnia: Tormenta transparente (Calambur Editorial, Poesía, n° 112, Madrid, 2010), sin duda uno de los mejores poemarios de amor desolado escritos en los últimos años en nuestra lengua, y al que pertenece el conmovedor poema "Retirarse", reproducido aquí.
Permaneciendo fiel a esa característica intensidad heredada de su admirado Vicente Aleixandre, tanto en la construcción como en el mero fluir prosódico del verso, y mostrándose sensible a la fecunda influencia de poetas como Rainer María Rilke en la articulación profunda de una pureza desvalida pero noble en su singularidad, Javier Lostalé canta en su nuevo poemario la "tormenta transparente" de una pasión presidida por la ausencia del objeto amado, con el supremo dolor que ello acarrea ("Como una tormenta transparente dentro de mí, / exhalada existencia de lumbre muerta / que sin término abrazo / hasta sentir el cielo de tu sombra."). Páginas como "Nombre" o "Dentro", junto a poemas tan inspirados y valientes como "Nadie", "No llega" o "Moneda", van conformando, con pulso indeclinable y quedamente arrebatador, una obra ejemplar en su glosa del amor como belleza sobrecogedora: "Tempero de humo amor es hoy, / pero amor siempre, / pues hasta en lo que niega es inmortal".
Logro verdaderamente grande, Tormenta transparente sella la absoluta madurez creativa de Javier Lostalé.
